Ayer, improvisando un poco con lo que tenía en el frigorífico, hice esta sopa de tomate y zanahoria. La decoré con un cordón de nata y un poco de perejíl. El secreto es que lleva manzana. Quedó algo espesa, si os gusta más líquida añadir un poco de caldo extra.
Ingredientes:
1 cebolla, pelada
1 lata de tomates pelados en su jugo
4-5 zanahorias medianas, peladas
1 manzana, pelada y descorazonada
1 litro de caldo de pollo
2 cucharadas de azúcar
Sal, pimienta blanca molida
Pizca de nuez moscada molida
25 gr. mantequilla (o aceite de girasol)
- Pelamos las verduras y picamos en trozos. Salteamos la cebolla en el aceite o mantequilla, hasta que se ponga transparente (no debe dorarse).
- Añadimos la lata de tomates, con su jugo. También podemos usar tomates naturales, muy maduros y pelados. Seguimos fondeando a fuego medio unos minutos.
- Incorpora el caldo, las zanahorias y las manzanas en trozos, el caldo, el azúcar y una pizca de pimienta blanca molida y nuez moscada.
- Lleva a ebullición y deja cocer a fuego suave unos 30-4o minutos, o hasta que la zanahoria esté tierna.
- Tritura con la batidora. Ajusta de condimento y sirve decorando con un cordón de nata, y alguna nota de verde ( cebollino o perejíl picado, por ejemplo).
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