Para este plato lo mejor es usar pasta corta, como la que he usado hoy. Puedes probar a hacer la salsa sin nueces, quedará más ligera. El truco es usar un gorgonzola dolce, que es más suave, pero el normal, de sabor más intenso, también sirve. Se trata de un queso azul italiano muy cremoso, ideal para salsas.
He añadido un toque español, de jamón serrano, y unos champiñones, que dan una textura agradable. Si me lee algún italiano, pido disculpas de antemano por el atrevimiento de cocinar pasta, ya que ellos son los mejores del mundo en esto.
Ingredientes:
500 gr. pasta seca (corta)
1 cebolla
30 cc de aceite de oliva (ó 30 gr. mantequilla)
200 gr. gorgonzola dolce
50 gr. jamón serrano o bacon
80 gr. champiñones
250 cc crema de leche
Pizca de pimienta blanca y nuez moscada
50 gr. parmesano rallado
50 gr. nueces peladas
Preparación:
- Salteamos la cebolla picada fina a fuego lento en el aceite, hasta que quede transparente. Añade los champiñones en rodajas finas y el jamón en dados. Saltea unos minutos más.
- Incorpora el gorgonzola, la crema de leche y las especias. Deja cocer a fuego lento, removiendo hasta que el queso se mezcle bien con la crema.
- Al final añade las nueces troceadas y, si quieres que quede más espesa la salsa, un poco de parmesano rallado. Prueba de sal. Remueve y reserva.
- Cuece la pasta "al dente" siguiendo los consejos de cocción de mi blog.
- Sirve la pasta cubierta con varias cucharadas de salsa.
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